viernes, 10 de agosto de 2012

UNA DE BILL DOUGLAS

Bill Douglas ha sido uno de los músicos que más me ha llegado de adolescente (sí, era un poco "rarita"). 

En este enlace comparto el delicado tema "Tara", en este caso acompañado de otros geniales músicos:


jueves, 9 de agosto de 2012

TRES POEMAS DE PABLO GARCÍA CASADO

Tres poemas de Pablo García Casado, publicados en la revista CONVERGENTE, número 0. De ellos conocía sólo "Trampas". Especialmente me ha llegado el primero, "Ajuar":

Ajuar
Vendió su casa para pagar las deudas, sólo se quedó lo necesario. Estamos bien, dice, un piso más pequeño, más fácil para limpiar. El resto está en una nave que tiene su hermano en el polígono. Vitrina Luis XV, cómoda de caoba, vajilla, protegidas del frío y la humedad por un plástico transparente. Todos los domingos, muy temprano, toma el autobús hasta el polígono con una bolsa de trapos y productos de limpieza.

Trampas
Dice que no está, que se fue de viaje. Está nerviosa, me ofrece un café, no gracias, deben mucho dinero y yo he venido a cobrarlo. La hija mayor está viendo dibujos animados, El Rey León, a mi hijo le encanta, se sabe todas las canciones. Los niños aprenden rápido. El pequeño me mira desde la trona con la boca llena de papilla, muy serio, con los ojos azules de su padre. Mi marido es quien lleva las cuentas, dice, yo no sé nada de papeles. Le entrego un documento firmado por los dos, sí, ésta es mi firma, dice, él dijo que no me preocupara, que era bueno para los dos, bueno para los niños, que todo se arreglaría. Él y su negocio de barcas de recreo. Lleva dos meses fuera, le he dejado mensajes al móvil, pero no responde. Los niños preguntan por su padre, dónde está papá, dónde está papá, y yo no sé qué decirles. Todo eso está muy bien, señora, pero ahora hablemos de dinero.

Familia
El teléfono no dejaba de sonar. El casero, el de los muebles, al parecer no han abonado el segundo plazo. Debe ser un error, mañana mismo, mañana. Buenos días, venimos a por la lavadora, no importa, volvemos más tarde, cuando acabe la colada. Todos estaban mal, todos estaban pasando un mal momento. Mariángeles quiere comprar un sofá, ahora no puedo, ya sabes, las letras del coche, pero manda a los pequeños a cenar a casa. Tía Flora nos traía comida, carne con tomate, cocido, sobras de lentejas. Dejaba los tarros y salía con otros vacíos, evitando nuestra presencia como se evita un contagio.



VACACIONES

Por fin, toda la familia está de vacaciones. Las vacaciones no son no hacer nada, sino no estar obligado a hacer nada. Hacer las cosas por hacerlas, siendo completamente consciente de ellas.

En la piscina, mientras él juega en el agua ruidosamente con los niños, yo absorbo los últimos rayos de sol de la tarde en el rincón más apartado, bajo el viejo pino inclinado. En estos días de mediados de agosto, el sol  a veces es aún poderoso, pero otras comienza a languidecer, como hoy.

Vacaciones es sentir alternativamente la calidez del sol y la frescura del agua, es escuchar el "¡uhuuu-uuu, uhuuu-uuu!" de la tórtola, que vuela pesadamente y se posa en la copa del pino.

Vacaciones es escuchar (no oír, sino escuchar) el chirrido monocorde de la cigarra, metálico y monótono como un zumbido eléctrico, mientras clavo las largas y onduladas agujas secas del pino (Pinus halepensis Mill., pino de Alepo: pinos bombardeados, niños bombardeados en Alepo), entre la grama recién regada.

Este año no habrá playa. Ada Mar se quedará sin mar. En la playa dejo caer puñados de arena de entre mis dedos, aquí clavo agujas de pino en el césped.

Vacaciones es detenerse a sentir el sol rojo tras los párpados cerrados, mientras mi piel siente la leve punzada de una hoja seca que, pausadamente, ha caído del pino.
Malinska Kiefer Strand